Un pequeño pueblo de Islandia con poco más de 2,500 habitantes ha encontrado la solución perfecta para que los conductores respeten el paso peatonal y no arriesguen la vida de los osados que prefieren ir caminando a su destino.
El paso peatonal 3D, cuyas barras parecen flotar sobre el pavimento gracias a un efecto óptico, fue inaugurado la semana pasada en el centro del pueblo pesquero de Ísafjörður, al norte de la isla, y desde entonces se ha convertido en una sensación mundial.
Lo curioso de este paso peatonal, y lo que lo hace diferente, es que el efecto visual hace pensar a los conductores que las barras son objetos que están bloqueando en la carretera, por lo que terminan frenando de reflejo.
“El efecto óptico solo funciona desde cierto ángulo y durante unos segundos”, explicó a El País Gautur Ívar Halldórsson, gerente de la empresa encargada del proyecto 3D luego que fuese aprobado por la policía y la autoridad de Transporte.
Fuente El Nuevo Herald